SORPRENDENTE
BELLEZA
Bajo la piedad del silencio
y el esplendor de su fuego
abrasador,
paso el Portillo; la gloria de
su creador,
dónde unos mozucos chiquillos
con su dulce acento me hacen la
indicación,
de que todo lo que he de
encontrar en el interior
será digno, de sentirlo; por su
enamorado verdor.
Comillas La Villa dorada y
soñada
con su Fuente de los tres caños;
y ese Torreón que la preside
todo un año
por ser la Fuente, de toda
enamorada:
Muy cercano, la Torre del
Campanario
junto al Corro con su empinada,
por donde bajan los mozucos enamorados.
Comillas Villa de blasones y artesanía
con aires, que ornamentan la
sublimidad de su Palacio:
Todo arte, que solo se esculpe
con la lozanía
de esta Villa honrándose en su
bello espacio,
en el que la grandeza, cubriese
de gloria y manto
aunque los vientos y las mareas
en pleno llanto,
ofrecieran les tristezas, y
desencantos.
Comillas Tierra de hidalgos
caballeros;
Villa de los Arzobispos, como así
la bien llamarán
los que la creyeron, como la
Villa bien amada
siempre, por profesarse en ella
la Fe de Cristo
como el sumun, del pensamiento
del quien la fundara
ante el infortunio, de San
Vicente allá en otra riada
que puso, su primera piedra
tallada.